18 julio 2011

Un cómic al día: Un zoo en invierno, de Jiro Taniguchi

El interés por la obra de Taniguchi no ha dejado de crecer desde que se publicaron sus primeras obras, la primera de ellas, Hotel Harbour View (editada por Forum), aún cuando no era muy conocido, y más adelante (con El almanaque de mi padre o Barrio lejano), con las obras que lo llevarían al gran público. Desde entonces, su obra ha sido regularmente editada en España. En 2008, Ponent Mon editó Un zoo en invierno, una obra en la que Taniguchi narra la vida de un joven aprendiz de mangaka llamado Hamaguchi. Los rasgos autobiográficos son claros en esta obra, y le sirven al autor para acercarnos al mundo de los cómics en Japón y cómo se trabaja allí: quizá a más de uno le sorprenda saber que los autores no trabajan en solitario, sino que lo más común es que dispongan de un estudio donde unos ayudantes (cuyo coste debe sufragar él mismo) les realizan trabajos como el entintado, los fondos o la rotulación. Taniguchi pone hincapié en el sacrificio de la vida del mangaka, en las noches insomnes cercanas a la hora de entrega, el ritmo endiablado para poder cumplir con los editores... Y en la fuerza del trabajo en grupo, algo muy japonés, aunque no sea en rigor un reparto de trabajo justo. Pero el retrato de la profesión, amable por lo demás, no es el aspecto central de la obra; ese lugar se lo lo otorga el autor, o al menos al menos de forma compartida, a la maduración afectiva del protagonista, que llega a Tokio como un joven soñador y despistado, e inicia una relación muy espiritual con una muchacha bastante enferma. El reconocimiento de sus sentimientos, así como la superación de las trabas que se ponen a su relación serán el punto álgido de esta obra, que emocionarán al lector como anteriormente lo hicieran obras como El olmo del Cáucaso o El caminante.
Técnicamente, Taniguchi sigue en su línea, aunque en algunas viñetas se le nota más titubeante, quizá por ser una obra más temprana (¿o por culpa de sus ayudantes?). Quizá la única pega que puede ponerse a esta obra es su excesiva longitud; los capítulos se hacen algo largos para la sobriedad de su narrativa y del argumento. Pero en general nos encontramos ante una obra que gustará al lector.

11 julio 2011

Conan - la leyenda: El dios del cuenco (Busiek y Nord)

El dios del cuenco es el segundo volumen recopilatorio de la colección Conan - la leyenda, que firman los autores Kurt Busiek a los guiones y Cary Nord a los lápices, y en la que se intenta dar un enfoque más fiel a los relatos originales de Robert E. Howard. Como ya indicamos en la reseña del primer tomo, la serie destaca por su calidad general y por la vuelta a un sentido de la épica que Busiek ha sabido imprimirle, él, que como buen autor nostálgico, está especializado en ese sentido de la fascinación por la aventura clásica. En este tomo, editado por Planeta, el principal relato adaptado de Howard es el que da título al volumen, El dios del cuenco, una historia que se aparta un poco de la dinámica tradicional de las historias de Conan  y tiene ciertos matices que la acercan al relato policíaco o de detectives. También destaca en volumen por introducir un personaje nuevo, que no pertenece a los relatos originales, sino que es invención de Busiek: Janissa la enviudadora, un personaje algo estereotipado por el que el guionista fue al parecer bastante criticado, y con razón. El personaje no aporta nada de interés y parece tan sólo rellenar la cuota de féminas que un relato de espada y brujería parece que ha de tener. En todo caso, un nuevo volumen recomendable y que incluye, como material complementario, unos bocetos de Cary Nord con un buen artículo sobre Howard y las circunstancias de la creación literaria de su personaje más conocido.

10 julio 2011

Un cómic al día: Ejemplo perfecto, de John Porcellino

Vamos al lío: parafraseando el título de este cómic, Ejemplo perfecto es el ejemplo perfecto de cómo no hacer cómic autobiográfico. El problema no es su estilo naïf, sencillo hasta casi lo inverosímil, con un dibujo que parece imitar el trazo infantil. Tampoco lo es las engañadoras palabras que nos prometen los autores que opinan sobre Porcellino en la contraportada (deberíamos poder confiar en el criterio de Chris Ware o Chester Brown -bueno, este último es también otro pieza...). El problema es que todos tenemos una vida. Y tener una vida no es lo único que se necesita para poder hacer un cómic autobiográfico. También tiene que ser mínimamente interesante. Y si no lo es, al menos uno debería tener alguna pericia narrativa para hacer de la anécdota algo entretenido. No es el caso de este volumen: Porcellino nos ofrece breves episodios de su propia vida que debieron significar algo para él, pero para el lector son una serie de hechos inconsistentes y aburridos. El cómic queda así reservado exclusivamente a ser el vehículo de un ego necesitado de atención, como lo prueban las tres últimas páginas de texto del cómic, encabezadas por el epígrafre "Biografía e información relevante". No, John Porcellino. Listar todos los colegios a los que asististe, las multas que te han puesto, las bandas que escuchabas cuando estudiabas, si experimentaste con alucinógenos... no es relevante para el lector. Es mirarse al ombligo.
Otros autores han conseguido convertir su vida en material interesante para contar historias. Lamentablemente no es el caso de Porcellino, a mi entender. Ponent Mon tiene actualmente este cómic como saldo, si alguien quiere leerlo a pesar de todo, al menos le saldrá bien de precio.

Reseñas en UH: El azul es un color cálido, de Julie Maroh (Dibbuks)

 (Click para ampliar)




· El azul es un color cálido. Julie Maroh. Dibbuks, 2011. Podéis leer la reseña que le dediqué aquí a la obra. Y para otra reseña de confianza, podéis leer la de Paranoic Karma.

Breves
· Los fabulosos Freak Brothers. Gilbert Shelton. La Cúpula, 2011. Los Freak Brothers son una de las creaciones más conocidas de Gilbert Shelton, gurú del cómic underground. Tuvieron su cima de éxito en los años 70, pero siguen siendo recordados como personajes que marcaron una época. La Cúpula ahora, con buen tino, recopila en tomos la obra integral de Shelton, y en este tomo aparecen estos hermanos liberales, fumadores y antisistema. Un tomo lisérgicamente recomendado.

· El último cátaro: La sangre de los herejes. Arnaud Delalande y Eric Lambert. 12Bis, 2011. La sangre de los herejes es la segunda de las tres partes de la serie gala de aventuras históricas El último cátaro y que trata sobre la corriente religiosa herética del siglo X. Guionizada por Arnaud Delalande y dibujada por Éric Lambert, en este segundo, con una trama ya planteada, la protagonista es la acción y las batallas. Destaca el espectacular y épico dibujo de Lambert. Se avecina un desenlace apasionante.


· Frank Miller vuelve a la carga. El conocido autor, responsable de Sin City o 300, anuncia hora que en septiembre, cuando se cumplan los diez años del atentado de las Torres Gemelas, se publicará Holy Terror, una historia que lleva en marcha desde 2006. Ya no será una historia sobre Batman contra Al Qaeda, sino que presentará a un nuevo superhéroe, The Fixer, que se enfrentará a los integristas religiosos. Sin duda, será un cómic que levantará polémica. Holy Terror. Frank Miller. Próximamente.

06 julio 2011

Destacados de las novedades de Planeta de julio

De las novedades de Planeta que acaban de llegar a las librerías, queremos destacar las siguientes:
Si uno se perdió las diferentes ediciones anteriores de Hellblazer, aún está tiempo de desfacer el entuerto apuntándose a los tomos que Planeta edita por guionistas. Jamie Delano fue el primero de la serie, y ahora se edita este tercer tomo dedicado a su paso por la serie. Este tomo también incluye el reconocido capítulo "Abrázame" escrito por Neil Gaiman.


Continúa la publicación de la edición "Omnibus" de Starman, la gran serie de James Robinson que en su momento vivió eclipsada por el éxito mayoritario de otros títulos como Sandman. Realmente, una lección de cómo hacer cómics de superhéroes.



Londres, 1897. En los muelles se está produciendo una serie de accidentes mortales. Un ex policía de Scotland Yard intenta infiltrarse en una obra de perforación que da empleo a las víctimas de esos asesinatos, trabajadores sin papeles en regla. Así descubre la existencia de una guerra secreta entre una poderosa organización, la Golden Shell, y un grupo de mercenarios equipados con unos robots gigantes: los Clockwerx. ¿Qué hay tras este combate? Clockwerx es un álbum de temática steampunk al que bien se le puede dar una oportunidad.



Y finalmente, un clásico imperecedero: el quinto volumen de la edición integral de Garfield, que ya llega a 1988, con un Jim Davis cada vez más suelto y genial.
Tenéis el resto de las novedades que Planeta edita este mes aquí.

05 julio 2011

Destacados de las novedades de Glénat de julio


Parece que aunque estemos en pleno verano Glénat apuesta fuerte este mes por sus cómics. Hay para todos los gustos: si sois fans de los zombies, os interesará ver la adaptación-precuela de The Night of the Living Dead. Y si sois más de vampiros que de muertos vivientes, Glénat publica la adaptación al cómic de la novela de George R.R. Martin (ya sabéis, el autor de Juego de Tronos) Sueño del Fevre, ambientada en el Sur de los Estados Unidos. Pero si vuestra economía no os permite refocilaros en las novedades, si tenéis que elegir, yo me quedaría con estas dos obras: La última obra de Georges Bess, El vampiro de Benarés, y la recopilación del maravilloso trabajo de Esteban Maroto 5 por infinito, toda una joya para los sentidos que no debéis perderos.



Tenéis el resto de novedades aquí.

04 julio 2011

Destacados de las novedades de Panini de julio

De las novedades que anuncia Panini para este mes de julio, queremos destacar tres obras que, aunque fueran publicados anteriormente por Planeta, vale la pena adquirir en formato tomo para atesorar:

La segunda entrega de Powers: Juego de rol nos devuelve al detective y ex superhéroe Walker y a su ayudante en un nuevo caso en el que unos chicos que juegan a ser superhéroes son asesinados. Guioniza el aclamado Brian Michael Bendis (Alias, Los Vengadores, The Pulse, Spiderwoman, etc.) con maestría en esta historia que mezcla supertipos con género negro.


Dos reediciones más: por una parte la máxiserie Los Inhumanos, que se editó en grapa (12 números) y que es una buena relectura de estos seres míticos escrita por Paul Jenkins y el gran Jae Lee (Hellshock, Daredevil, etc.); y por otra parte, el Capitán América de la época Heroes Return, por Mark Waid a los guiones y Ron Garney y Andy Kubert a los lápices: una de las mejores épocas del Capitán América de los últimos 20 años (y dicho por alguien a quien el Capitán América no le parece un personaje especialmente interesante).

El resto de novedades de Panini para este mes lo podéis ver aquí.

03 julio 2011

Reseñas: Gauguin (Glénat) y The Beats (451 Editores)

 Imagen de la sección aparecida en el periódico. Click para ampliar.

TdV 151: El futuro del arte

· Gauguin. Li-An y Laurence Croix. Glénat, 2011. En 1891, Gauguin, rodeado de la plana mayor del arte parisino, celebra su partida a Tahití, donde espera encontrar a través del exotismo del lugar "la clave otro arte". Y lo cierto es que volverá de ese fascinante lugar con unos cuadros cuyo colorido jamás se habían visto igual. ¿Qué le ocurrió a Gauguin en Tahití, qué aventuras vivió, y qué agrió su carácter al final de su vida? Para la ocasión, Li-An, artista a quien el tema de Tahití toca de cerca y que ya había usado en Fantasmas blancos, aborda la vida de Gauguin en lo que sería una posible biografía del conocido pintor. Como él mismo comenta, el argumento es una mezcla de investigación biográfica y de ficción personal. La fascinación por el nuevo entorno, la belleza de las jóvenes indígenas, el afán de la pureza primitiva, simbolizada en la tenaz búsqueda por parte del pintor de los tikis (estatuas rituales) es la fuerza motora del álbum, que nos fuerza a ver con otros ojos (ojos de artista) lo que los europeos veían como el último rincón del mundo, apartado de la civilización. Para ello, junto con el dibujo de Li-An, la obra tiene como punto fuerte el color de Laurence Croix, que realiza un buen trabajo y se adapta bien al tema del álbum. Gauguin es, pues, un interesante álbum en general, que gustará a los amantes de la pintura.

· The Beats. Harvey Pekar y Ed Piskor. 451 Editores, 2011. Una de las generaciones más importantes para la literatura moderna norteamericana fue la llamanda beat generation, que surgió en torno a los años 50 y que puso en la palestra a autores heterodoxos como Jack Kerouac, William Burroughs o Allen Ginsberg. Su manera de entender la literatura como algo puramente visceral, fruto de una experiencia vital traumática, lograría entrar dentro del canon y revolucionar las letras de su país. Esta influencia llegaría a cuajar también en el cómic, a través de los autores underground como Robert Crumb o Harvey Pekar, que demostrarían que el cómic podía acercarse a la literatura y hablar de inquietudes personales, convertirse en autobiográfico, en suma, retratar el mundo real. No es casual luego que el guionista de The Beats, el tomo que edita 451 Editores, sea precisamente Harvey Pekar (AmericanSplendor), él es el encargado de hacer un biopic sobre los principales autores del movimiento beat. Para ello, opta por una puesta en escena muy sobria, con numerosos textos de apoyo. Estamos ante un documental en cómic que intenta cubrir las agitadas vidas de Kerouac, Burroughs, Ginsberg y otros autores menores, sin huir de los hechos escabrosos, pintando un acertado retrato, muy humano, de tales escritores. Quizá el resultado resulte un poco acartonado y poco ágil, pero el contenido, al menos para el interesado en la materia, es atractivo.

Breves
· El brujo. Carla Berrocal. De Ponent, 2011. El brujo es una historia basada en las historias orales tradicionales de Chiloé, un archipiélago al sur de Chile. A partir de esta premisa anclada en lo folclórico, Carla Berrocal (Hide, Cuatroccento) nos seduce con su espectacular despliegue al dibujo en un álbum increíblemente bello: los lápices, las aguadas, los collages, los colores expresionistas... Todo contribuye a que El brujo sea una experiencia para los sentidos.

· Flujo. Dave Cooper. La Cúpula, 2011. Dave Cooper es un conocido autor underground que ha recibido ya premios como el Harvey o el Ignatz. Además de hacer cómics, también es conocido por sus cuadros. En Flujo cierra una trilogía junto a las anteriores obras Succión y Escombros. Flujo es una historia que nos habla de las obsesiones personales a través de un dibujante y su enfermiza fijación por una modelo obesa. Personajes marginales, filias inconfesables y un ensayo sobre la carnalidad es lo que nos ofrece este cómic.

· Por el imperio: La fortuna. Bastien Vives y Merwan. Diábolo, 2011. La trilogía Por el imperio del prolífico joven Bastien Vives (Elgusto del cloro) llega a su fin con la tercera entrega, La fortuna. Este peplum en formato álbum europeo lleva a los protagonistas, una legión ¿romana? a explorar territorios desconocidos para mayor gloria del emperador. Civilizaciones perdidas, bibliotecas misteriosas, y un final desconcertante son los ingredientes de la última entrega de este cómic de aventuras que tanto éxito ha tenido. 

02 julio 2011

Stardust... 14 años después

Neil Gaiman, el escritor de Neverwhere, Coraline, American Gods, El libro del cementerio, etc. y guionista de The Sandman, escribió Stardust entre 1991 y 1998. Ha tenido que pasar el doble, 14 años, para que finalmente me animase a leer su novela corta ilustrada hasta el final. Y es que hay algo en las obras cortas que me hace tener poca paciencia con ellas: prefiero embarcarme en la lectura de un mamotreto de 600 páginas antes que leer las escasas 125-150 que deben ser en total Stardust. Norma publicó, en su momento, esta historia en cuatro cuadernillos, como solía hacer con todo el material de Vértigo que publicaba en su momento (a unos precios escandalosos para la época, hay que recordarlo).
Stardust es, como dice su propio autor, una cuento de hadas para adultos. Bien escrito -en el estilo habitual de Gaiman, una prosa elegante y reposada, deudora de los cuentos tradicionales que tanto le gustan- y con todos los elementos clásicos que un cuento fantástico ha de tener. No hay nada de espectacular o de innovador en Stardust: si una cosa domina Gaiman es el arte de la imitatio, es decir, el de ajustarse a unos cánones clásicos para contar una historia prototípica con sus propios elementos combinatorios. La historia avanza poco a poco debido a la manía descriptiva del narrador (que por otra parte se adapta a los cánones establecidos), así que la trama necesita un tiempo para desarrollarse y enganchar al lector. Pero, finalmente, la historia encuentra la fuerza suficiente para tirar adelante y enganchar: sobre todo por los personajes, que consiguen, dentro de la vacuidad de los estereotipos, convertirse en personajes redondos. El final de la historia está a la altura del relato y del autor, un autor que conoce los mecanismos del relato mítico a la perfección.
De Charles Vess diremos que también está a la altura del trabajo, y que, sin ser especialmente santo de mi devoción (siempre he pensado que hay algunas perspectivas o proporciones que no sabe dibujar, y que todas las caras que hace se parecen a la de alguna vieja inglesa), destaca por su trabajo etéreo, feérico (nunca mejor dicho), y muy prerrafaelita, con el uso de lápices suaves y tonalidades vivas pero apagadas.
En resumen, Gaiman ofrece lo que promete: el resultado es correcto, pero debo de ser yo como lector, que siempre le exigiría un poco más a Neil de lo que me da.
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