06 marzo 2011

Reseñas en UH: La niña que fui y La bambina filosófica

(Imagen de la sección aparecida en el periódico. Click para ampliar)


TdV 138: Cosas de niñas

· La bambina filosófica: Anatomía de una ruina. Vanna Vinci. Booket, 2011. La bambina filosófica es el nuevo fenómeno comiquero en Italia. Su protagonista, una niña de apenas cinco años que se comporta como una cínica de treinta, y que adora las frases sentenciosas y los filósofos modernos. Le vuelven loca el móvil, Internet y para su cumpleaños pide un lifting. Es la reina de la réplica, del pensamiento a sottovoce y del nihilismo y lee a Kant cuando tiene insomnio. La acompañan en sus travesuras su silente gorila de peluche y un cerdito que llega para convivir con ella y su madre. Si Umberto Eco decía de los personajes de Snoopy y Carlitos (Peanuts) que eran un catálogo de patologías infantiles, La bambina filosófica va un paso más allá y nos ofrece de forma irónica el retrato de las nuevas obsesiones de la sociedad de este milenio. La autora, Vanna Vinci (autora de Aída) tiene un estilo muy personal y atractivo, con ciertas filias hacia el cine de los años 30. Han definido esta tira cómica como la evolución natural de la Mafalda de Quino y el Calvin & Hobbes de Watterson. Quizá sea un poco apresurado ratificar esa opinión, pero hay que conceder a la tira cómica que sabe infundirle un estilo propio y que tiene algunos gags bastante divertidos.

· La niña que fui. Blazy, Safieddine y Renart. Dibbuks, 2011. En nuestra época, ser una mujer joven no siempre es cosa fácil. ¿Por el trabajo, los chicos o la familia? Bueno, en el caso de nuestra heroína, anónima aunque se atreve a destapar lo más profundo de sí misma, eso es una incógnita. A ella no le importa nada, no siente nada, ni quiere nada. Y poco a poco va desapareciendo. Los recuerdos de su juventud son lo único que le hacen vibrar y emocionarse. No parece nada extraordinario, pero se atreve a compartirlos con nosotros. Por aquel entonces estaba enamorada de un mayor. La niña que fue y la adolescente que recuerda haber sido la tienen atrapada en un inexplicable sentimiento de malestar… sin razón. El trío de autores Charlotte Blazy, Joseph Safieddine y Renart se encargan de traernos La niña que fui, un cómic de carácter intimista, un slice of life, de una mujer que echa la vista atrás para revisar sus recuerdos, cuando se da cuenta de que ese chico mayor del que se enamoró fue detenido por pederasta. Esto suscita sentimientos encontrados sobre lo que vivió en esa época y sobre las relaciones que ha tenido con los hombres. El guión sabe trabajar bien con los saltos temporales que da la narración; el dibujo de Renart (en la línea de la nueva ola francesa, especialmente Christophe Blain, aunque su influjo no se deja ver tanto en este álbum), además, es un incentivo más para leer este cómic que edita la madrileña Dibbuks.

Breves
· Epidemia de melancolía. Tony Sandoval. La Cúpula, 2011. La Cúpula nos sorprende con un nuevo volumen del autor mexicano Tony Sandoval (Nocturno, El cadáver y el sofá), titulado Epidemia de melancolía, y que incluye historias cortas realizadas entre 2002 y 2010. Pajaros antropófagos, barcos varados, ballenas que surcan el viento y viejas leyendas se dan cita en este tomo, en el que Sandoval da rienda suelta a su ya personal universo, tan bello como oscuro y espectral. Muy recomendado.




· Noveno arte. Luis Alberto de Cuenca. Colectivo de Tebeos, 2010. El gran poeta y experto en cómics Luis Alberto de Cuenca (Sin miedo ni esperanza, Los mundos y los días), ha editado recientemente, de mano de Colectivo de Tebeos, el libro Noveno arte, una recopilación de artículos publicados de forma dispersa en la prensa, y en el que el autor habla de los más diversos temas relacionados con el tebeo de forma sencilla y apasionada. Reflexiones de un amante del cómic que gustará sobre todo a los lectores más clásicos.




· Zits 12: Bruto, duro y tatuado. Scott y Borgman. Norma, 2011. Una de las tiras cómicas más exitosas en nuestro país ha sido Zits, la obra que gira en torno a Jeremy, un típico adolescente norteamericano y su particular relación con sus padres. Norma edita ya el duodécimo volumen, en el que las nuevas tecnologías son un motivo más de la humorística brecha que separa a padres e hijos de nuestro tiempo. Una tira para compartir con nuestras generaciones circundantes: quien sea (o haya sido) adolescente, o padre, se reconocerá en ella.

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